No puedo evitar emocionarme cuando nos enseñas nuestro Cái a todas las horas del día. Allí mismo, al pie de esas orillas que vienen a lamerme las plantas hasta mi Zamora, he vivido siete años largos de mi vida. Y cuando veo tus imágenes, intento que no se me olvide aquella luz, la caricia de la brisa, el olor húmedo y salado de la caída del sol. ¡¡Cómo te echo de menos, Tacita!!
3 comentarios:
No puedo evitar emocionarme cuando nos enseñas nuestro Cái a todas las horas del día. Allí mismo, al pie de esas orillas que vienen a lamerme las plantas hasta mi Zamora, he vivido siete años largos de mi vida. Y cuando veo tus imágenes, intento que no se me olvide aquella luz, la caricia de la brisa, el olor húmedo y salado de la caída del sol. ¡¡Cómo te echo de menos, Tacita!!
Preciosas, como siempre.
Abrazo
Irene
FLIPANTE.
Vaya fotazos del mar de Cádiz.
Hace tiempecillo que no me paso por allí, y al ver estas fotos, estoy decidiéndome por volver.
Enhorabuena.
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